"Aquelo"
De veras que sí, lo he pasado bien con los cariñosos besos de Óliver repartidos a toda la familia. Bien podrían llamarse besos de la inocencia, de la ternura, del más profundo cariño. No, no, "nada ni nadie podrá detener las agujas del reloj". ¡¡¡¡Y vive Dios que me gustaría detenerlo!!!! Nadie puede impedir que el tiempo avance y que un día abandonarás tu infancia. Pero en mi mente y en mi memoria permanecerá para siempre tu inocencia, tu ternura, aunque te hagas mayor, guarda en algun rincón de tu alma toda la ternura y refúgiate en ella. No te cortes, no te de vergüenza, vuelve a tu niñez, acúnala, mécela, muéstrala, yo lo hago y me siento de maravilla.
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