Quizás, quizás, quizás

Mi abuela no me dejaba reposar ni un momento, conoce la facilidad con la que me duermo. Enseguida decía, "vamos, que te duermes María".

El encargo de mi padre se habia reducido al 50 por ciento, mi hermana Mónica desde que conoció a un chico sueco se llamaba a "andana" y era yo la que acompañaba a la abuela en su paseo diario.

Hoy llegaste tarde ¿no? Algo más tarde pero sólo dos minutos. No. Más tiempo. Mi abuela en las últimas semanas caminaba más deprisa, bajaba y subía de la acera y adelantaba a los demás viandantes con facilidad. "Con la manía que has cogido de subir y bajar de la acera te torcerás un tobillo o te caerás y te romperás la cadera y pasarás meses en el hospital". "Es que el personal tiene menos prisa que tú", dijo burlona.

En apenas quince minutos completabamos el recorrido y me despachaba. "Hala, vete con tus amigos y amigas o a charlar un rato con tu hermana; hale, que ya te he aburrido bastante". "Abuela, hoy quiero quedarme que ando con un pequeño trabajo periodístico sobre las actividades de los ancianos en los parques". En ese momento, la abuela se sorprendió sonrojándose.

Nos sentamos en un banco frente a un descampado, aprovechado por los viejos para muy diferentes y variados juegos. Petanca, pin pon, partidas de cartas, damas, ajedrez, juego de la rana, animadas tertulias y, cómo no, la tradicional calva.

Los jugadores de calva maldecían o bendecían, dependiendo de si el cilindro de metal ligaba con la madera o si rebotaba sobre la dura y mordisqueada tierra. Transpiraban bajo el sol de la tarde y se enjugaban el sudor de la frente con un pañuelo.
"¿Te aburre todo esto? Qué va, abuela. La partida de calva está interesantisima".

Tras la última ronda la partida finalizó con la victoria de un hombre de cabello blanco. Aún dudó un momento, luego me dejó y corrió a besar al ganador. No recuerdo si fue al ganador o al peor de los jugadores. De lo que estoy segura es de que el hombre se parecía mucho al actor de la película "adivina quién viene a cenar esta noche".

No hay comentarios:

Publicar un comentario