Hace ya años llegó a mis manos un divertido y pequeño folleto editado por una compañía de seguros, Mapfre, Pelayo o Mutua Madrileña, no recuerdo cuál de ellas. El folleto lo ilustraba Forges y a través del ingenio y la gracia de sus viñetas, nos enseñaba a los asegurados y conductores en general, las pautas a seguir para regresar sanos y salvos de las vacaciones.
Veíamos por ejemplo cómo se cargaba el equipaje de forma correcta o exagerada, cómo rellenar un parte amistoso, a un señor gordo abrochándose el cinturón, cómo apearse del coche sin peligro, teléfonos útiles, un beodo buscando las llaves, diferentes mantenimientos de vehículos, el móvil con forma de tricornio. En fin, muchos ejemplos contados de forma amena y divertida por el genial Forges.
Soy socio de SCAT y creo que copiar la idea de la compañía de seguros podría ser buena. Informar a nuestros clientes a través de un pequeño librito bien editado e ilustrado humorísticamente por Forges, Peridis o Mingote o tal vez por humoristas menos conocidos, ya que seguro su tarifa será más asequible.
A través del lenguaje del humor informaríamos a nuestros viajeros sobre los suplementos autorizados, qué y para qué son las tres tarjetas identificativas, dónde debe ir colocada, cuánto equipaje debemos llevar, el por qué de los suplementos, dónde denunciar las anomalías, teléfonos de radio emisoras, de atención al cliente, de objetos perdidos, por qué pedir recibo oficial, etc.
El librito tendría dos apartados: uno dirigido a los profesionales, y otro a los viajeros.
La parte dirigida a los profesionales resaltaría la urbanidad, el aseo y el comportamiento correcto que merece la imagen de la marca taxi, que jamás debemos olvidar que es un servicio público. Si la idea no la recoge la SCAT, la puede recoger Radio Taxi de Madrid. Pero la conclusción es la misma: informar a nuestros viajeros es un deber y una gran idea hacerlo de forma amena y divertida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario