Ilustrísimo señor Presidente:
Unas líneas para informarle de la situación que atraviesa la Asociación Gremial. Durante sus vacaciones han ocurrido algunas cosas que conviene que usted sepa para que las valores y tome las medidas oportunas.
En primer lugar, quiero que sepa que nuestro querido secretario señor Secundino Pérez se encuentra algo mejor del tremendo coscorrón que sufrió al saltar por la ventana de su despacho, después de que se declarara el incendio en la sede de nuestra asociación. Probablemente pierda la poca memoria que le quedaba. Los inconvenientes son graves, pues es el único que conoce las combinaciones de la caja fuerte, así como las claves bancarias de la entidad. En la caja fuerte se encuentra celosamente guardado su programa electoral, el que sacará al sector del taxi de 28 años de anquilosamiento y parálisis. Por fortuna, los médicos creen que Secundino recuperará parte de la memoria y caminará con el mismo balanceo en un plazo de dos años aproximadamente.
Como el incendio fue causado por un descuido del delegado de paradas, señor Pedro Panizo, la compañía aseguradora no se hace cargo de los 450.000 euros que cuesta reparar y restaurar el inmueble. Pero lo importante es que Don Pedro se encuentra bien, sanote y bien gordote, incluso más que antes de incendio. El resto de la junta y los trabajadores se encuentran todos bien. Jesús sigue aún más callado y ensimismado que ante del suceso.
Ahora que conoce la situación, es preciso que le diga que todo es una historia casi real, que no hubo incendio y que el edificio se encuentra en perfecto estado.
El secretario sigue con su escasísima capacidad de acción; camina con el mismo balanceo de los patos del molino; al señor Panizo casi no le queda cuello y es que para habitar un despacho, no todos tienen la madera del señor Eladio. Su programa electoral sigue bien guardado en la caja fuerte. Le informo de que en estas elecciones se presenta al equipo de Nueva Gremial y que su programa se conocerá en pocos días. Creo que los taxistas no le van a permitir a usted que vuelva a incumplir sus promesas de nuevo.
Señor Eladio, si pierde las elecciones, consuélese pensando en que hay cosas peores. Incendios, terremotos, inundaciones, etc. Perder las elecciones para usted es una minucia, pero para el sector del taxi será un cambio extraordinario. Alegre esa cara y que tenga un feliz regreso.
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