Le escribo al nuevo muchachín, que va a ser como un "javichuelino". El día que me lo dijistéis me quedé mudo, sin capacidad de reacción. Ayer tuve todo el día un hormigueo por el cuerpo y a punto estuve de enfilar rumbo a Suecia, la mirada se me iba hacia el saliente y mi pensamiento estaba con vosotros y con el nuevo ser. Delante del patio de un colegio me paré a mirar la cantidad de cosas raras que hacen los niños y también las niñas; a mi lado tengo un pequeño vagón de tren que he rescatado del trastero, seguro que con este juguetino se tranquilizará y dormirá como un santo Job. Job puede ser un buen nombre, pero tiempo habrá para pensar en eso. Tienes que alimentarte bien y cuidarte, ojo con caerte de la bici, fumar ni una calada, alcohol tampoco. Tenemos que enseñarle a nadar y también le haremos gorros de auténtica naturaleza. También le enseñaremos a manejar el ordenador.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario