Que vuestro amor sea cada día más grande y hermoso.
Que jamás el aburrimiento y el hastío sean compañeros de viaje.
Que cuando os muerda la desesperanza, el desasosiego, la melancolía, el enfado, el arrebato del no puedo más, el dolor físico, tan común en los mortales, la experiencia me ha dicho que todo es pasajero, que detrás de estas minucias nos invade una gran alegría, que te hace decir: qué bien me encuentro ahora ; cuanto más fuerte es la sed, más rica sabe el agua; cuando más duro es el trabajo, más añoras el descanso.
Tened siempre presente que los amigos y la familia ayudan mucho a conseguir, como suelen decir los jóvenes, un buen rollo. Yo digo: buenas sensaciones, buenas emociones.
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